domingo, 5 de diciembre de 2010

Decepciones, muchas de ellas te las esperas. Sin embargo, las más dolorosas son las inesperadas.
Esas decepciones caen en ti como plomo, como si fuera un peso muy pesado. Es algo que no te esperabas, ¿por qué te llevas esas decepciones con ciertas personas?¿No las conocías? Quizá, simplemente debamos pasarlas por alto, pues a lo mejor no son más que tonterías. O quizá son tan inesperadas que sencillamente todavía pasan inadvertidas en ti.
Cuando realmente te das cuenta de la situación, caes en la cuenta que tú antes pensabas que esa persona tenía otra idea totalmente hacia ti. Pensabas que te veía todo lo bueno, y que si en algún momento veía algún fallo en ti sin ningún pudor te lo diría. Pensabas mal, te equivocabas, estabas en la situación errónea.
Simpre, siempre te reprocharan tus fallos en las discusiones. Cosa que no veo el sentido. ¿ A qué esperas para decirme lo que piensas de mí? No entiendo por qué cuando surge una discusión los reproches salen a flote. Parcialmente si yo veo algún comportamiento inadecuado que no me ha gustado de una persona en el momento se lo intento decir, claro está si es de mi incumbencia.
Por otra parte claro está, que no todos y en todo momento hacemos esto. Más bien sería una utopía.
Esto sería lo correcto y no hacerlos siempre, lo escribo en mi blog. También a lo mejor estoy exagerando y tampoco es para tanto, pero cuando te encuentras en esta situación te sientes de esta forma y no sabes como reaccionar.
Me estoy centrando sobretodo en la amistad, no estoy hablando de decepciones amorosas. Esas vendrán después...